DISEÑO GRÁFICO // ARGENTINA
Marcela Romero y Pablo Cosgaya
¿Por qué elegieron el diseño como una Carrera en tu vida?
Comenzamos a diseñar en una época con muy pocos recursos tecnológicos, en comparación con que los que hoy tenemos. Nos gustaba dibujar logotipos y hacer letras en forma manual. Aprendimos a componer textos y títulos y a armar avisos, primero en una imprenta editorial y luego en una importante agencia de publicidad de Rosario. Con el tiempo, descubrimos que podíamos animarnos a buscar nuestros propios clientes, podíamos animarnos a ofrecer servicios profesionales por cuenta propia. Lo conversamos con Marcela y decidimos lanzarnos a la aventura de atender clientes con un estudio propio. Al principio nos costó un poco, pero muy pronto logramos estabilizarnos y desde entonces vivimos muy contentos con nuestra querida profesión que nos permite diseñar ediciones, imágenes corporativas, tipografías, sitios web y todo lo que nos depara el futuro. Consideramos un privilegio poder trabajar en una profesión que nos gusta tanto.
¿En que medida creen que ser un diseñador latinoamericano te distingue y destaca de otros diseñadores en el mundo?
El diseño gráfico y otras disciplinas asociadas, entre ellas la tipografía y la ilustración, se han desarrollado mucho en Latinoamérica durante las últimas tres décadas. Posiblemente, esto se deba a la mayor disponibilidad de recursos tecnológicos y productivos, pero también es cierto que varios diseñadores latinoamericanos hemos sabido encontrar nuestras oportunidades específicas, ya sea por cuestiones profesionales, estéticas, tecnológicas o económicas. En Estudio Cosgaya desde hace mucho tiempo apostamos a la tecnología, al uso de redes y al trabajo colaborativo. Esto nos ha facilitado mucho la inserción global y la posibilidad de que nuestros servicios sean conocidos en cualquier parte del mundo.
¿Cómo ven el diseño en tu país?
El diseño argentino en general está bien posicionado, aunque pueden encontrarse ofertas de todo tipo y hay que estar preparado para eso. No nos quejamos. Combinamos las exigencias profesionales de nuestro estudio y nuestro desempeño académico de forma tal que estamos en contacto con las realidades de dos ciudades de escala muy diferentes: Rosario y Buenos Aires. El tipo de diseño que ofrecemos tiene esto muy en cuenta y por ello aprendimos a desarrollar servicios a medida para cualquier cliente, o para actividades muy específicas: instituciones culturales, organismos de gobierno, pequeñas empresas e industrias, editoriales, empresas tecnológicas.
¿Cuál es su fórmula íntima e ideal de trabajo para ser más efectivo al momento de diseñar?
No tenemos fórmulas. Cada caso es un caso único e irrepetible. Los integrantes del estudio tenemos una mirada principalmente tipográfica. Sin embargo, no todos los trabajos pueden resolverse así. Hay casos donde lo que define la propuesta es el color, otras veces, que la complejidad del caso pueda resolverse en forma sistemática y autónoma para el cliente. Según la escala, a veces nos repartimos los proyectos de forma tal que cada uno dirige un proyecto determinado. Otras veces, los abordamos de forma conjunta, incluso con socios temporarios que se integran al proyecto. La actividad se ha diversificado y complicado. Tenemos también una importante red de proveedores y colaboradores distribuidos en todo el mundo: programación, ilustración, fotografía, traducción, impresión, entre otras especialidades.
¿Cuáles son los errores más comunes que comenten algunos diseñadores al momento de encarar un proyecto de diseño?
Es muy difícil juzgar esto… Pero posiblemente, según nuestra propia experiencia, el error más común sea dejarse tentar por las tendencias de moda. Tener la mente puesta en un premio determinado o en la opinión de la crítica y no en las necesidades del comitente. También es frecuente querer imponer al cliente el gusto del diseñador sin prestar atención a las propias necesidades del proyecto, del contexto, del público al que se dirige. Suelen ocurrir también errores técnicos, relacionados con la falta de cuidado en la composición de los textos, o en el espaciado de los títulos, o en las marcas. En Estudio Cosgaya ponemos a prueba nuestros proyectos con exigencias y controles que a veces el cliente o el público ni piden, ni aprecian, ni pagan. Es un compromiso profesional que asumimos en cada trabajo, por pequeño que este sea.
¿Qué consejo darían a una persona que está por elegir esta carrera o empezando a trabajar en ella?
Aprender a desarrollar proyectos a mediano y a largo plazo. Pensar que cada nuevo producto editorial, o cada marca en la calle implican un compromiso cultural con el entorno visual, con la ciudad, con los medios donde se difunden. Estar preparado para identificar los puntos débiles en la formación y tener disposición para complementar el saber propio con nuevos saberes. Tener interés en socializar con colegas y contribuir de ese modo al crecimiento profesional, llevando adelante proyectos conjuntos a nivel local, nacional y regional.
Los 5 libros importantes que todo diseñador debe leer:
¡No! ¡Cinco libros son muy pocos!
-
- Pensar con imágenes, Enric Jardí
- Diccionario de edición, tipografía y artes gráficas, José Martínez de Sousa
- Pequeña historia del libro, José Martínez de Sousa
- Manual de diseño editorial, Jorge de Buen
- Sistemas de retículas, Josef Müller-Brockmann
Recomendaríamos además leer libros de todo tipo, periódicos, revistas especializadas y blogs, porque el diseño es una actividad que forma parte de la cultura general. Y si les interesa la tipografía, lo invitamos a visitar el sitio académico www.oert.org
Las 5 personas que todo diseñador debe conocer:
-
-
- Su pareja
- Su socio
- Su maestro
- Su cliente
- Su contador
-
Tu frase motivadora favorita es:
Nos gusta una parte de la Cantata de puentes amarillos, donde Luis Alberto Spinetta dice:
“Aunque me fuercen yo nunca voy a decir / que todo tiempo por pasado fue mejor / mañana es mejor… / ¡Mañana es mejor!”.