DISEÑO GRÁFICO // MÉXICO
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¿Por qué elegiste el diseño como una Carrera en tu vida?
Yo creo que fue un encuentro afortunado, mi gusto por el dibujo me condujo al diseño. Dicen que cuando te gusta leer terminas por intentar escribir, así fue conmigo en el plano visual. Inicié diseñando los uniformes y el logotipo de mi equipo de basquetbol de secundaria; me encantaba ver las marcas deportivas y descifrar su estructura, las reproduje con un plumón en los gajos de mi balón de básquet y noté que todos querían jugar con él. Luego quise saber qué se sentía que un diseño propio pudiera ser reproducido muchas veces y llegara a ojos conocidos y desconocidos. Siendo estudiante de secundaria ingresé de aprendiz en una agencia publicitaria, fue allí que todo se decidió. Me encantaba que dieran las cuatro de la tarde para ir a ese mundo de pinturas acrílicas, tinta china, papeles y cartulinas. Conocer a esos diseñadores empíricos dueños de habilidades gráficas educadas en la práctica, que buscaban la “gran idea” que pudiera enamorar a la gente mediante una campaña publicitaria. Antes del mes, mis trabajos ya salían al encuentro de la gente y de manera muy correcta le pedí al director de la agencia si podían concederme una paga, a lo cual, con una sonrisa, me contestó que eso ya estaba considerado. ¡Mi felicidad era total! Tenía mi cubículo de trabajo, estaba en un oficio que disfrutaba enormemente y me sentía productivo económicamente. Ya todo mi mundo no giraba alrededor de una pelota, ahora todo tenía sentido, había encontrado algo en lo que era competente. Desde esa época no dejé de trabajar realizando diseño y estudiando. Así que complementé mi preparación en La Facultad de Artes de la Universidad Veracruzana con opción en Diseño Gráfico.
¿En que medida tu crees que ser un diseñador latinoamericano te distingue y destaca de otros diseñadores en el mundo?
Considero varios aspectos para poder identificar a un diseñador latinoamericano con otros diseñadores del mundo. El primero es cuando las experiencias están nutridas del entorno que se está viviendo cotidianamente y se asimilan con los ojos amorosos de quién ama lo que ve. A mí que me tocó diseñar sin computadora en mi primera etapa, tuve que tomar la observación de mi entorno como un nutriente constante de formas, colores y texturas. Me dejé ser y me gustó lo que era. Ahora con tantos focos de atención globalizada y que las distancias ya no tienen el factor tiempo, aún sigo insistiendo en buscar en mi ventana de papel y en el lápiz, que traza lo que pienso, las respuestas necesarias.
También creo que ser latinoamericano tiene una consistencia natural, llena de ritmos musicales, soles que queman la tristeza y afloran la sonrisa. Estar contento nos pone bien, no ser demasiado solemnes a la hora de diseñar define ciertos trazos. Nos comemos el color en las frutas y puede ser por eso que digan que no le tenemos miedo al color y lo aplicamos con soltura. Otro factor puede estar ligado a la sencillez, cuando un mensaje se intelectualiza a tal grado de convertirse en toda una ponencia temática, dice tantas cosas que pocos saben lo que dice. Creo que a algunos diseños hay que dejarles pocas palabras y si es posible las necesarias para que puedan expresar con claridad sus intenciones.
¿Cómo ves el diseño en tu país?
En México el diseño se busca a sí mismo. Está tratando de encontrarse cuando a los diseñadores les llega la calma y se encargan de trabajos que les llenan las ganas. Veo diseños correteados que nacen desesperados. Veo otros diseños metódicos que se toman el tiempo justo para convertirse en experiencias placenteras para todos los involucrados. Veo que la conciencia de vivir diseño atañe a todos y que aún los consensos alrededor de la comunicación visual están en movimiento constante. Como en todas partes se requiere calmar los egos en pos de una manera efectiva de comunicar sin exagerar, o todo lo contrario, sin la timidez que lo vuelve insustancial. Me parece que seguimos recorriendo caminos ajenos sin conocer las hermosas veredas que nos llevan a puerto. Como en todos los casos, cualquier generalización es injusta, se hace mal y buen diseño, se ven cosas realizadas con el toque de un diseñador o de un oficinista. Hablo del diseño cotidiano del que respiramos a diario, no del que está cotizado en dólares.
Me gusta apreciar el buen diseño, y justo es decir que en México se está haciendo en estudios de diseño gráfico, que comunican y aportan con interés su profesionalización del oficio.
¿Cuál es tu fórmula íntima e ideal de trabajo para ser más efectivo al momento de diseñar?
Algo fundamental es tener la claridad del encargo, estar enterado y comprender el proyecto. La comunicación con las personas que integran el proyecto debe ser la plataforma en donde se forme el mensaje, para no tomar un rumbo personalizado de diseño. El proceso se va redefiniendo o en otras palabras madurando; en muy pocas ocasiones las primeras vistas quedan o convencen, sino que van develando una profundidad en el acuerdo de las partes. Ser efectivo es estar atento a las señales, no volverse un diseñador impositivo pero sí que sea evidente. Me gusta la cordialidad y trabajar con personas que valoren la trascendencia de lo que se hace, pues ellos diseñan conmigo y yo planeo con ellos. Y ya en el plano espiritual, necesito tener una ventana cerca, algo de verdor, música seleccionada desde hace mucho tiempo, papel, lápiz, paz y amor en mi vida.
¿Cuáles son los errores más comunes que cometen algunos diseñadores al momento de encarar un proyecto de diseño?
Sentir que son superiores a su cliente y que los clientes no saben nada. Ver todo a través de su ego y diseñar para otros diseñadores cuando lo que se requiere es comunicar con efectividad para la gente a la que va dirigido el mensaje.
¿Qué consejo darías a una persona que está por elegir esta carrera o empezando a trabajar en ella?
Explorar, experimentar y conocer. Considero que cada persona lleva consigo un sello particular y que pasan demasiado tiempo queriendo ser alguien que no son, corren el peligro de convertirse en remedo de otros diseñadores. Y aunque considero que nos formamos con influencias, esas influencias deben pasar en algún momento a ser proceso y no andamiaje.
También les diría que esta profesión da muchas satisfacciones cuando se convierte en una extensión de nosotros mismos; cuando otorgamos la posibilidad de entender al otro mediante lo que hacemos, nos volvemos reflejo y nos integramos a una sociedad a la cual contribuimos para vivir mejor.
Los 5 libros importantes que todo diseñador debe leer:
- Mañana en la batalla piensa en mí.
- Cien años de soledad.
- Ensayo sobre la ceguera.
- Rayuela.
- Poesía de Jaime Sabines.
Las 5 personas que todo diseñador debe conocer:
- A sí mismo
- Antonio Pérez Ñiko
- Vicente Rojo
- Alejandro Jodorowsky
- Omar Gasca.
Tu frase motivadora favorita es:
Si lo puedo imaginar lo puedo diseñar.
Es una estupenda persona y su trabajo espresa su propia esprecion de el mismo excelente
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